viernes, 28 de marzo de 2014
lunes, 5 de noviembre de 2007
Araceli Madariaga: La Película
Capítulo 1: Un nuevo despertar
07:58…07:59… ¡08:00! “Son las ocho, son las ocho, son l...”.
-¡Estúpido reloj!-dijo Fabio.
Fabio tardó unos minutos en levantarse de la cama, ya que le cuesta madrugar. Salió de la habitación con el pijama puesto y fue a la habitación de al lado. Allí estaban dos señoras mayores durmiendo cada una en su cama. Izaskun era la única que roncaba de las dos.
-¡Vamos arriba!-dijo Fabio.
-¿Ya son las ocho?-dijo Izaskun algo dormida.
-¡Obvio!-dijo Fabio, y con esto salió de la habitación.
Fabio fue a la cocina. El reloj marcaba las 08:12 de otra calurosa mañana de verano. Se preparó una taza de leche y cuando iba a dar su primer gran trago, Izaskun y Mari Tere aparecieron en la cocina.
Fabio comenzó a beber cuando vio a Izaskun revolver todos los armarios de la cocina hasta que finalmente dijo:
-¿No quedan cereales?
-¡Obvio!-respondió Fabio-, se suponía que te tocaba hacer la compra a ti.
-Eso es mentira-dijo Izaskun-¿dónde lo pone?
-En esta lista-dijo Fabio cogiendo una lista algo arrugada que estaba pegada con un imán de “discoteca siempre gay” en la nevera.
-Ah-dijo Izaskun-, bueno mañana la hago.
-Eso dijiste hace 3 días-dijo Fabio, pero Izaskun ya había salido de la cocina.
A las nueve menos veinte Fabio, Izaskun y Mari Tere se montaron en el coche de Mari Tere para ir a la peluquería.
Quince minutos después estaban en la puerta de la peluquería. Los tres entraron. Sólo estaba Sandra.
-Buenos días Sandra-dijo Fabio-¿hoy han salido las revistas del corazón no?
-Sí-dijo Sandra-, ya las he comprado.
-Ya tengo la mañana echada-dijo Fabio sentándose en una silla con el montón de revistas encima de sus piernas.
-Sandrita dos cafés-dijo Izaskun.
-No, stop-dijo Fabio cuando Sandra fue a la cafetera. Al levantarse todas las revistas cayeron al suelo-, no me seáis más okupas de lo que sois. Ya habéis desayunado en casa.
-Es verdad Izaskun-dijo Mari Tere-, no seas abusona. Igual si nos tomamos un café luego no queda para las clientas.
-¿Pero qué clientas Mari Tere?-dijo Izaskun-, sin aquí no entra ni Dios.
De repente se abrió la puerta. Lola y Cris entraban hablando.
-Buenos días chicas-dijo Fabio.
-Hola-dijeron las dos al mismo tiempo.
-¿De qué hablabais con tanto secretismo?-dijo Fabio acercándose a ellas.
-Nada-dijo Lola-, estábamos pensando en ir a darnos un bañito antes de comer, que hace mucho calor.
-Claro, qué buena idea-dijo Fabio-, y cuando os vea Araceli que os de crema en la espalda, ¿no? ¡Pero estáis tontas! ¿Cómo vamos a ir a la piscina con Araceli aquí?
-Araceli hoy no viene-dijo Cris-, se ha ido al pueblo a ayudar a su madre con unas cosas de su hermana.
-¿De la hermana de Araceli?-dijo Sandra algo extrañada.
-No, de la hermana de la madre de Araceli-dijo Cris-, de su tía vamos.
-¿Y cómo os habéis enterado?-dijo Fabio.
-Porque Enrique se lo dijo a Javi-dijo Lola-, y Javi me lo dijo a mí.
-Me da igual-dijo Fabio-, aunque no venga Araceli yo no voy a abandonar mi puesto de trabajo.
-Ni yo-dijo Sandra.
-Pues yo sí-dijo Izaskun-, ¿te apuntas Mari Tere?
-¡Ay sí un baño!-respondió-, que llevo 4 días sin ducharme.
-¿Y por qué no te has duchado en casa?-dijo Fabio.
-Porque el otro día me encontré unos pelos tuyos-dijo Mari Tere.
-Una razón muy buena Mari Tere-dijo Fabio-, podrías haberlos quitado tú también que ya tienes edad.
-Bueno, ya hablaremos de pelos en otro momento-dijo Izaskun-, entonces hoy toca piscina.
-Sí-dijo Lola-, Cris y yo nos apuntamos. ¿Quedamos a las 13:15 en la piscina?
-Hecho-dijeron Izaskun y Mari Tere.
Las horas se pasaban muertas en la peluquería con un calor increíble. Fabio ya se había leído el montón de revistas cuando Izaskun dijo:
-Chicas, que ya es la hora.
-Es verdad-dijo Lola-, venga vamos.
Las cuatro recogieron sus cosas y salieron de la peluquería. Fabio miró al cielo con la esperanza de que el calor las quemase por burras.
En ese momento pudo ver como una nube de bastante tamaño había aparecido sin antes verla y tapaba el sol. Seguidamente lo hicieron otras cuatro hasta que los rayos del sol casi ni se veían.
Fabio y Sandra no podían dar crédito a cómo había quedado el cielo en pocos segundos. Fabio abrió la puerta de la peluquería, pero el fuerte viendo la cerró de golpe.
Fabio pudo ver como Izaskun, Mari Tere, Lola y Cris llegaban corriendo y entraban en la peluquería.
-¡Es increíble!-dijo Lola-¿habéis visto cómo ha empeorado el tiempo?
-Al parecer sólo ha sido aquí-dijo Sandra.
-¿A qué te refieres?-dijo Fabio.
-Mirad-dijo Sandra señalando a unos edificios que estaban a 5 minutos de distancia.
Ninguno daba crédito a lo que veían ahora. Ese cielo estaba totalmente despejado y parecía dar calor sólo con verlo.
El mal tiempo en Mirador de Montepinar continuó hasta las 20:00, cuando el cielo se volvió a despejar en pocos segundos y el calor volvió.
Fabio, Izaskun y Mari Tere salieron de la peluquería y se volvieron a montar en el coche. Cuando llegaron a casa, Izaskun salió a la terraza a jugar a las cartas con Mari Tere.
Fabio no dejaba de pensar en lo que había ocurrido. Se puso el pijama y se metió en la cama con la esperanza de que todo fuese una pesadilla.
07:58…07:59… ¡08:00! “Son las ocho, son las ocho, son l...”.
-¡No!-dijo Fabio-¡ahora no!
Fabio apagó el reloj y despertó de nuevo a Izaskun y a Mari Tere. Los tres volvieron a desayunar y fueron a la peluquería.
Era de nuevo una mañana calurosa, más que la del día anterior. Fabio, Izaskun y Mari Tere entraron en la peluquería.
Araceli estaba hablando con Sandra.
-Buenos días-dijo Fabio.
-Buenos días-dijo contenta Araceli.
-¿Qué tal en el pueblo Araceli?-preguntó Fabio.
-Muy bien, pero con mucho calor-respondió-, tenía unas ganas locas de volver. No aguanto a mi tía.
-¿Te ha contado Sandra lo que pasó ayer?-dijo Izaskun.
-No-respondió Araceli-, ¿qué pasó?
-Que el tiempo empeoró en unos segundos sólo en Mirador de Montepinar-dijo Fabio.
-¿Sólo aquí?-dijo Araceli-, que raro.
-Bastante-dijo Fabio.
De repente entraron corriendo Lola y Cris con cara de cansancio.
-¡Araceli! ¡Araceli!-dijo Lola.
-¿Qué pasa?-dijo Araceli.
-La alcaldesa-dijo Cris-, viene la alcaldesa a peinarse.
-¡¿La alcaldesa?!-dijo Araceli-, Fabio péinala tú.
-No sé Araceli-dijo Fabio-, es mucha responsabilidad.
-He dicho que tú-dijo Araceli.
-Vale-dijo Fabio.
Unos segundos más tarde la alcaldesa entró por la puerta.
Capítulo 2: Una cadáver
-Buenos días-dijo la alcaldesa.
-Buenos días señora alcaldesa-dijo Araceli-, soy Araceli Madariaga. ¿Qué quiere que le hagamos?
-Peinarme-dijo-, es que tengo hoy por la tarde la comunión de mi sobrino y quiero estar guapa.
-Esta se cree que le podemos quitar la cara de foca que tiene-le dijo Izaskun a Mari Tere por lo bajo.
-¿Cómo?-dijo la alcaldesa sin haber oído bien.
-Nada-dijo Lola-, que si le puedo colgar el bolso.
-Sí, sí claro-dijo la alcaldesa entregándole el bolso a Lola.
-Siéntese-le dijo Fabio a la alcaldesa señalando una silla.
Fabio estaba muy nervioso, en cualquier momento sabía que podría explotar. Era una responsabilidad muy grande. Era la alcaldesa, no cualquier maruja que fuese a…
-¡¡¡AHHHH!!!-gritaba la alcaldesa.
La cabeza de la alcaldesa estaba en llamas. Sandra le empezó a tirar vasos de agua, pero la alcaldesa se metió en el lavacabezas. Las llamas se apagaron.
Tenía el pelo muy chamuscado. Fabio se había quedado sin habla.
-Maldito cubano de mierda-dijo la alcaldesa-, te voy a poner una denuncia que van a tener que terminar de pagar tus hijos.
Y con esto recogió su bolso y salió de la peluquería. Al instante vio como Araceli le aplaudía lentamente con cara de desagrado.
-Muy bien Fabio-dijo Araceli-, te has cargado una oportunidad de oro para que la peluquería no dejase de hundirse. Gracias.
Y con esto salió de la peluquería. Fabio se sentía fatal. Sólo había sido un accidente.
-Mari Tere-dijo Izaskun-, vamos a aprovechar que se ha ido Araceli para ir a la piscina.
-Ay, vale-dijo Mari Tere.
-¿Estáis locas?-dijo Lola-, hoy Araceli no está en el pueblo. Está en su casa. Os va a pillar.
-Qué va-dijo Izaskun-, esa se mete en la habitación con Enrique y no se entera de nada.
Al decir esto, Izaskun y Mari Tere salieron para pasar una buena mañana en la piscina. Llegaron y la piscina estaba desierta.
Izaskun vio un cartel al fondo que ponía “Peligro: no estar en esta zona”.
-Yo me pongo aquí-dijo Izaskun empezando a clavar la sombrilla justo donde ponía que no se podía.
-Estás loca-dijo Mari Tere-, que no se puede. Lo pone en el cartel.
-Seguro que esto lo ha puesto el jefe de la constructora para que nadie se ponga aquí, porque es el mejor sitio, y así se puede venir con la churri-dijo Izaskun.
Una vez que la sombrilla hizo “crack” en el suelo se abrió una grieta. El cielo comenzó a oscurecerse como el anterior día, pero esta vez el viento era más fuerte. Una nube de polvo salió de la grieta y llegó hasta más arriba que el edificio.
A los pocos segundos el cielo volvió a despejarse y la nube de polvo desapareció poco a poco.
Mari Tere pegó un grito al ver lo mismo que estaba viendo Izaskun: había un cadáver en la grieta.
-¿Qué es esto?-dijo Mari Tere.
-George Clonney no te jode-dijo Izaskun-, un muerto.
-Ya lo sé-dijo Mari Tere-, voy a avisar al presidente.
-¿Para qué?-dijo Izaskun.
-Tendrán que saber que tienen un cadáver en los terrenos de la piscina, digo yo-dijo Mari Tere.
-Vale-dijo Izaskun.
Las dos subieron inmediatamente a casa de Javi. Llamaron al timbre. Lola abrió la puerta.
-Hola chicas-dijo Lola-, ¿pasa algo?
-No-dijo Izaskun-, queremos hablar con tu novio.
-¿Con Javi?-dijo Lola-, ¿para qué?
-Por temas comunitarios-dijo Mari Tere.
-Vale, vale-dijo Lola-, voy a avisarle.
Al instante apareció Javi con una servilleta en el cuello.
-Uy-dijo Javi quitándose la servilleta-perdón. ¿Queríais algo?
-Pues sí-dijo Izaskun-, sólo era para decirte que hay un cadáver en los terrenos de la piscina.
A Javi se le pusieron los ojos en blanco.
-¿Un qué?-dijo Javi.
-Este chico parece tonto-dijo Mari Tere-, un cadáver.
-Ya lo sé-dijo Javi-, no grite. Vamos a verlo.
Los tres bajaron a los terrenos. El cadáver seguía en el mismo sitio.
-Flipante-dijo Javi-, ¿qué hago yo ahora?
-Pues avisar a la comunidad-dijo Mari Tere.
-No-dijo Javi-, esto no debe de saberse. Vamos a coger el cadáver y lo metemos en mi coche.
-¿Qué quieres hacer con él?-dijo Izaskun-, ¿tirártelo?
-No sea burra-dijo Javi-, esta noche voy a un descampado y lo dejo.
-Ok-dijo Mari Tere-, encantada. Adiós.
-Ey, ey-dijo Javi-, los tres.
Los tres bajaron al garaje sin que nadie se diese cuenta. Abrieron el maletero del coche.
-¿Qué ha sido eso?-dijo Mari Tere.
-¿El qué?-dijo Izaskun.
-Aquí hay alguien más-dijo Mari Tere-, no estamos solos.
-Está el ratoncito pérez-dijo Izaskun-, Mari Tere, atenta al muerto.
Izaskun y Mari Tere salieron del garaje y fueron a la peluquería. Estaba vacía como siempre. Sólo estaban Fabio, Cris y Sandra.
-No os imagináis lo que nos ha pasado-dijo Izaskun.
-No me importa-dijo Fabio-, yo sigo mal. Menuda denuncia que me va a caer.
-No te preocupes Fabio-dijo Cris-, seguro que te perdona.
-Cris-dijo Fabio-, le he abrasado media cabeza. No me va a perdonar.
Al instante entró Lola en la tienda.
-¿Cómo que os habéis encontrado un muerto?-les dijo Lola a Izaskun y Mari Tere.
-¿Un qué?-gritaron Fabio, Cris y Sandra.
-Os lo íbamos a decir-dijo Izaskun-, pero como Fabio se ha puesto a hablar.
-Me lo ha dicho Javi-dijo Lola-, resulta que se han encontrado un cadáver en los terrenos de la piscina.
-Llevaba una cosa-dijo Mari Tere.
-¿El qué?-dijeron los demás.
-Este reloj de bolsillo-dijo Mari Tere.
Todos se acercaron para ver el pequeño reloj de bolsillo que Mari Tere había sacado del bolsillo. No había manecillas. Sólo una pantalla que estaba apagada.
En ese momento el reloj se encendió y salió una cuenta atrás de 24 horas.
-Dios mío-dijo Sandra-, abuelo.
Capítulo 3: El secreto de Sandra
Todos miraban a Sandra por si no habían oído bien lo que había dicho.
-¿Abuelo?-dijo Cris.
-Izaskun-dijo Sandra-, ¿era este hombre el cadáver?
Sandra le acercó una foto de un hombre ya mayor.
-Sí-dijo Izaskun-, era este.
-Era mi abuelo-dijo Sandra-, siento que haya acabado así.
-¿Entonces sabes lo que ha pasado?-dijo Mari Tere.
-Sí-dijo Sandra-, veréis. Mi familia siempre ha estado vinculada a una leyenda. La leyenda afirma que lo primero que cayó a la tierra fue un objeto.
-Un cerebro fijo que no-dijo Fabio.
-¿Lo cuento?-dijo Sandra
-Sí, sí-dijo Fabio.
-Lo primero que cayó a la tierra-dijo Sandra-, fue la fecha exacta de la creación de la tierra, y la fecha y hora exacta del fin de la tierra. A lo largo del tiempo sus poseedores fueron transmitiéndolas en objetos a sus hijos, y sus hijos a sus hijos. El último al parecer ha sido mi abuelo.
-Quieres decir-dijo Lola-, que quedan menos de 24 horas para, ¿el fin del mundo?
-Exactamente-dijo Sandra.
-Sí claro-dijo Izaskun-, y yo soy Kate Moss.
-Me da igual que no te lo creas Izaskun-dijo Sandra-, esto explica lo del cambio brusco del tiempo sólo en esta zona. Se iba a poner en marcha el reloj.
-¿Y hay alguna manera de salvar el mundo?-dijo Lola.
-La hay-dijo Sandra-, según la leyenda hay que ir a la cueva del lago verde. Esa cueva nadie sabe dónde está. La única forma de saber el paradero es con el reloj y la otra parte.
-¿Cuál?-dijo Mari Tere.
-Con el trozo de tuerca que falta-dijo Sandra-, que tengo yo.
Sandra se sacó de la cartera el trozo de tuerca envuelta en papel.
-Este trozo-dijo Sandra-, me lo regaló mi abuelo cuando era pequeña. Me dijo que lo guardase con mi alma, y así lo he hecho. Ahora lo entiendo todo. Se supone que al accionarlo, nos indicará el lugar en el que está la cueva del lago verde. Seguro que mi abuelo murió buscándola.
-¿Preparados?-dijo Sandra.
Todos asintieron con la cabeza. Sandra puso el trozo de tuerca. En ese momento el reloj comenzó a brillar.
A los pocos segundos se vio la imagen de la peluquería. La luz señalaba un trozo de carretera entre la peluquería y el local del enfrente. La luz se apagó.
-Este reloj está pasado de moda-dijo Izaskun.
En ese momento entró Araceli en la peluquería.
-Izaskun, Mari Tere-dijo Araceli-, ¿qué es eso de que habéis encontrado un cadáver?
-Araceli ahora no hay tiempo-dijo Sandra-, tienes que venir con nosotros.
-¿A dónde?-dijo Araceli.
-A salvar el mundo-dijo Sandra.
Araceli se quedó alucinada mientras Sandra le contaba la historia.
-Pero entonces no puede estar donde señala-dijo Araceli-, ahí está la acera.
-Tiene que ser subterránea-dijo Lola-, ahora vengo.
A los pocos minutos llegó con un taladro.
-¿Cómo lo has conseguido?-dijo Fabio.
-Al lado están haciendo obras-dijo Lola.
-Está bien-dijo Sandra-, Fabio haz tu el agujero.
-¿Por qué yo?-dijo Fabio.
-Porque esto lo usan los hombres-dijo Sandra-, y tú eres lo más parecido a un hombre que tenemos.
-Está bien-dijo Fabio.
Fabio comenzó a hacer el agujero en el lugar que había mostrado el reloj. Al poco tiempo dio con algo de metal: era la tapa de una alcantarilla.
-Que tapa más rara-dijo Lola.
-Es una tapa del Siglo XVI-dijo Cris.
Todos la miraron alucinados de su sabiduría.
-Es que me quería ligar a un tío que sabía de esto-dijo Cris.
Sandra y Araceli quitaron la tapa. Vieron sólo oscuridad.
-Está bien-dijo Sandra-, yo voy a ir. Tengo que defender el honor de mi familia. ¿Quién viene?
Todos se quedaron mudos.
-Yo voy-dijo Fabio-, siempre te he ayudado Sandra, y ahora no te voy a dejar sola.
-Yo también-dijo Mari Tere-, me has ayudado a entender los chistes.
-Yo voy-dijo Lola-, no os voy a dejar solos por un túnel.
-Y yo-dijo Cris-, hay que controlaros.
-Yo no voy a ser menos-dijo Izaskun-, si hay que morir, moriremos con el tanga puesto.
Todos miraron a Araceli.
-Está bien chicos-dijo Araceli-, Araceli Madariaga también irá a salvar el mundo.
-Muy bien-dijo Sandra-, muchas gracias. Primero vamos a poner nuestros relojes a la cuenta atrás del reloj de mi abuelo.
-Como James Bond-dijo Izaskun.
Todos pusieron la cuenta atrás exacta.
-Ahora-dijo Sandra-, yo me quedaré vigilando mientras vais a por provisiones.
El reloj marcaba como que quedaban 22 horas cuando todos llegaron.
-Muy bien-dijo Sandra-, entraremos uno a uno. No os separéis. Hasta ahora.
Todos vieron como Sandra saltaba al interior del hueco.
-Ahora voy yo-dijo Izaskun mientras se tiraba al hueco.
-Lola te toca-dijo Cris.
-Está bien-dijo Lola, y al instante se metía en el hueco.
-Voy yo-dijo Mari Tere.
-Me toca-dijo Cris.
-Vamos Araceli-dijo Fabio-, tú primero.
Fabio se tiró cuando Araceli ya había desaparecido.
Fabio aterrizó en un suelo poco duro. Al instante oyó un gritó y una luz le dio en la cara.
Capítulo 4: La primera prueba
Cuando la luz yo no le golpeó la cara, descubrió que era de la linterna de Izaskun. Fabio sacó la suya y la encendió apuntando al suelo. Cuando se encendió no puedo evitar pegar un grito.
-¡Dios mío!-dijo Fabio-, son trozos de cientos de esqueletos.
-Al parecer no hemos sido los primeros en visitar esta cueva-dijo Araceli.
-Vamos es por aquí-dijo Sandra.
-¿A dónde vamos?-dijo Lola-, pensaba que sólo había que bajar.
-No-dijo Sandra-, según la leyenda hay que superar cinco pruebas mortales hasta llegar al centro del cúbilo.
-¿El centro del cúbilo?-dijo Fabio.
-Es el lugar donde hay que dejar el reloj y darle al botón de apagar-dijo Sandra-, es la única manera de parar la cuenta atrás del fin del mundo.
-¿Dónde está la primera prueba?-dijo Lola.
-Según la leyenda-dijo Sandra mirando las notas de su abuelo-, habrá que conseguir pasar el trozo que une la salvación de la muerte.
-Ah-dijo Izaskun-, ¿un cigarro?
Izaskun se encendió un cigarro.
-Será una especie de puente-dijo Cris.
-Lo más seguro es que sea eso-dijo Sandra-, vamos.
Los siete se pusieron camino a encontrar la primera prueba. La cueva parecía muy antigua, pero se sostenía muy bien.
A la hora de haber comenzado a andar, oyeron el agua moverse.
-Será un río-dijo Araceli.
Siguieron andando hasta que vieron un puente de madera muy antiguo. Se asomaron y vieron que había, a muchos metros por debajo, un río que iba muy deprisa.
-Muy bien-dijo Sandra-, pasaremos de uno en uno.
-De acuerdo-dijo Fabio-, las mujeres primero.
-Voy-dijo Araceli. Pasó lentamente y llegó al otro extremo.
-Me toca-dijo Mari Tere. Al rato llegó.
De repente el suelo empezó a temblar. Lola, Cris, Izaskun, Fabio y Sandra vieron que el nudo que sostenía el puente se estaba deshaciendo.
-¡Todos!-dijo Fabio-, ¡corred!
Los cuatro comenzaron a atravesar el puente corriendo. De repente se oyó algo romperse y un grito.
-¡Lola!-gritó Cris-, ¡no!
Lola había caído al río.
-¡Vamos o caeremos!-dijo Izaskun.
Fabio, Cris, Izaskun y Sandra cruzaron el puente justo cuando se partió una parte y cayó al río.
-¡Lola!-gritaba Cris-¡Noooo!
Nadie podía ver a Lola en el agua.
Todos se sumergieron en un mar de lágrimas. Lola seguramente había muerto en la caída.
A menos de 20 horas del fin del mundo, ninguno podía levantarse. La pérdida de Lola había dejado a todos destrozados.
-Tenemos que continuar-dijo Sandra-, o lo que le ha pasado a Lola le pasará al mundo entero.
-Tienes razón-dijo Mari Tere-, tenemos que seguir.
Araceli, Izaskun, Mari Tere, Sandra y Fabio se levantaron y comenzaron a caminar. Fabio se volvió y vio que Cris seguía sentada en el suelo.
-Vamos Cris-le dijo Fabio-, ya no podemos hacer nada.
-Pero es injusto-dijo Cris.
-Lo sé-dijo Fabio-, pero tenemos que seguir.
Cris se levantó con la ayuda de Fabio y siguieron a los otros, camino de la segunda prueba.
Parecía como si llevasen una vida andando. Cris sintió que alguien les estaba siguiendo, pero seguramente eran suposiciones suyas.
Cris comenzó a recordar los buenos momentos que pasó junto a Lola y que parecía mentira que hubiese muerto.
Pararon para descansar y comer algo de las provisiones que habían traído. Nadie comentaba nada de Lola, ya que todos estaban destrozados por dentro.
-¿Qué hay en la segunda prueba?-dijo Mari Tere.
-Según la leyenda-dijo Sandra-, hay que conseguir descifrar el pasado del hombre.
-Yo es que de historia ando mal-dijo Izaskun.
-No-dijo Sandra-, no será eso. Tiene que ser descifrar algo del pasado del hombre.
-Unos dibujos igual-dijo Araceli.
-Sí-dijo Sandra-, eso coincide. Muy bien Araceli.
-Qué esperabas-dijo Araceli-, soy Araceli Madariaga.
-Tenemos que continuar-dijo Sandra-, vamos.
Los seis se pusieron en camino hacia la segunda prueba. Quedan 19 horas.
Capítulo 5: La segunda prueba
Siguieron andado cada vez más despacio, ya que estaban agotados. Pasaron por un túnel que parecía como si nadie hubiese entrado dentro nunca.
Cris volvió a sentir la misma sensación de que alguien les estaba siguiendo, pero siguió caminando.
Los seis vieron como ya no podían caminar más ya que delante de ellos había una pared con unos dibujos.
Los dibujos parecían antiguos, como si llevasen ahí miles años.
-Es aquí-dijo Sandra-, tenemos que descifrar lo que significan y después decir el nombre muy alto.
En el dibujo se podía apreciar a un hombre sentado enfrente de una hoguera. La hoguera estaba sobre huesos en vez de leña.
Una hora después, los seis seguían sin saber lo que significaba.
-No caigo-dijo Sandra-, ¿alguien lo sabe?
-Te lo habríamos dicho Sandra-dijo Fabio.
-Esperad-dijo Araceli-, creo que ya lo tengo.
Araceli se puso delante de la pared y gritó: “Caza”. Pero nada pasó.
-¿Caza?-dijo Izaskun.
-Creía que sería eso-dijo Araceli-, todos los dibujos estos son de caza.
-No-dijo Sandra-, tiene que se algo más complicado. Necesito pensarlo.
Izaskun se volvió y vio como Cris estaba sentada intentando no pensar en Lola. Izaskun se acercó a Cris.
-Cris-dijo Izaskun-, tienes que animarte. Todos estamos destrozados.
-Lo sé-dijo Cris-, pero no puedo quitármelo de la cabeza. Se supone que hoy íbamos a trabajar como si nada, y estamos en una cueva intentando salvar el mundo.
-Ya-dijo Izaskun-, es bastante raro, pero somos los únicos que podemos salvar el mundo.
-Izaskun-dijo Cris-, ¿no has pensado que igual morimos aquí?
-Sí-dijo Izaskun-, lo he pensado. Pienso que si estamos todos juntos conseguiremos salir vivos de aquí habiendo salvado el mundo. Seguro que es lo que Lola querría.
-Sí-dijo Cris-, muchas gracias Izaskun.
El reloj marcaba que quedaban 17 horas y todavía nadie había conseguido desvelar el dibujo.
-Un segundo-dijo Mari Tere-, creo que lo tengo.
-Pero cómo lo vas a tener-dijo Izaskun-, si ni si quiera has pensado.
-No tiene gracia Izaskun-dijo Mari Tere-, preparados. ¡La Muerte!
En ese momento la pared comenzó a levantarse poco a poco. Se paró a sólo 30 centímetros.
-Creo que has adivinado una parte-dijo Sandra.
-Muy bien hecho abuela-dijo una voz a lo lejos.
Los seis se giraron y vieron a unos cuantos metros a tres hombres encapuchados con armas.
-Salid de aquí-dijo uno-, y dadnos el reloj y la pieza.
-Jamás-dijo Sandra.
-Entonces decid adiós-dijo otro.
En ese momento los tres empezaron a correr hacia Fabio, Araceli, Sandra, Cris, Izaskun y Mari Tere.
-Dios mío-dijo Sandra-, tenemos que darnos prisa. ¡Por abajo!
-¿Quieres que nos metamos por abajo?-dijo Fabio.
-Sí-dijo Sandra.
-Ok-dijo Fabio-, vamos.
Mari Tere comenzó a meterse y lo consiguió seguida de Araceli. Después se metió Cris. De repente la puerta se cerró.
-¡Mierda!-dijo Sandra.
-¡Corramos!-dijo Fabio.
Sandra se fue por un lado, y Fabio e Izaskun por otro. Fabio e Izaskun siguieron corriendo hasta que se escondieron detrás de una roca. Los tres hombres se habían ido.
-Lo que faltaba-dijo Izaskun-, perdidos en el fin del mundo cuando va a ser el fin del mundo.
-No tiene gracia Izaskun-dijo Fabio-, nos hemos perdido. Sandra se ha ido por otro lado y los demás han pasado la puerta.
-¿Y ahora qué hacemos?-dijo Izaskun-, los tres hombres estarán protegiendo la puerta.
-Dar un rodeo a la entrada-dijo Fabio-, tenemos que entrar por otro lado.
Fabio e Izaskun comenzaron a andar con la esperanza de encontrar de nuevo a los demás.
Capítulo 6: El pasadizo
El reloj marcaba que quedaban 16 horas. Fabio e Izaskun seguían andado con la esperanza de encontrar algún camino para llegar de nuevo a los demás.
-Espera-dijo Izaskun-, vamos a parar que me tengo que fumar un cigarro.
-Izaskun-dijo Fabio-, sé que estás cansada, pero tenemos que llegar a ellos.
-Ya-dijo Izaskun-, pero necesito gasolina para arrancar.
Fabio e Izaskun se sentaron en una roca mientras Izaskun encendía un cigarro.
-Me pregunto dónde estará Sandra ahora mismo-dijo Fabio.
-Pues igual se ha encontrado con un maromo y se lo ha tirado-dijo Izaskun.
-Mira que eres burra Izaskun-dijo Fabio.
Mientras, Sandra continuaba intentando buscar un pasadizo secreto que sale en las cartas de su abuelo. Continúo andando hasta que vio algo que se quedó blanca.
Lola estaba andando desesperadamente hasta que vio a Sandra.
-¡Sandra!-dijo Lola corriendo hacia ella.
-¡Lola!-dijo Sandra-, ¡estás viva!
-Sí-dijo Lola-, cuando caí al río conseguí salir inmediatamente y no me pasó nada. ¿Dónde están los demás?
-No lo sé-dijo Sandra.
-¿Cómo que no lo sabes?-dijo Lola.
-Tres hombres intentaron matarnos cuando estábamos entrando en la segunda prueba-dijo Sandra-, Araceli, Cris y Mari Tere consiguieron pasar. Yo corrí a un lado y Fabio e Izaskun a otro.
-¿Cómo vamos a encontrarles?-dijo Lola.
-Según las notas de mi abuelo-dijo Sandra-, hay un pasadizo cerca de aquí que lleva al final del túnel de la segunda prueba.
-Vamos para allá-dijo Lola.
Las dos continuaron andando.
En otra parte, Araceli, Mari Tere y Cris estaban totalmente perdidas y no sabían como sería la tercera prueba.
-Llevamos un montón de tiempo buscando algo-dijo Cris-, es imposible saber cómo es la tercera prueba.
-Será algo extraño-dijo Araceli.
-O no-dijo Mari Tere-, unos dibujos no son nada extraño.
-Tenemos que seguir intentándolo-dijo Araceli.
Araceli, Mari Tere y Cris continuaron buscando algo raro.
Mientras, Sandra y Lola consiguieron dar con el pasadizo de la segunda prueba.
-Vamos-dijo Sandra-, tenemos que encontrarles para poder ir a la tercera prueba.
Sandra y Lola continuaron andando mientras veían esqueletos tirados por el suelo.
-Y pensar que yo podía haber acabado así-dijo Lola.
-Eso no pasará-dijo Sandra.
Sandra y Lola consiguieron ver una luz. Se trataba de la luz de una linterna.
-¿Araceli?-gritó Sandra.
-¿Sandrita?-dijo Araceli.
-Sí soy yo-dijo Sandra.
Sandra y Lola corrieron al lugar de la luz. Cuando llegaron Araceli, Mari Tere y Cris se quedaron alucinadas al ver a Lola viva.
-¡Lola!-gritó Cris-, ¡estás viva!
-Sí-dijo Lola-, conseguí sobrevivir.
-No sabes lo que nos alegramos Lola-dijo Araceli.
-Siento interrumpir-dijo Mari Tere-, pero nos quedan 15 horas exactas para superar tres pruebas más.
-Muy bien-dijo Sandra-, según la leyenda tenemos que derretir la pantera azul.
-¿Una pantera?-dijo Araceli-, encima hay bichos.
-Vamos-dijo Sandra-, creo que es por aquí.
Las cinco se pusieron en camino.
Mientras, Fabio e Izaskun continuaban andando con la esperanza de encontrar algo, pero una pared se puso delante de ellos. En la pared estaba dibujada una pantera azul, y delante de la pared un tubo plateado.
-Bonito dibujo-dijo Izaskun-, ¿será la tercera prueba?
Capítulo 7: La Tercera Prueba
Izaskun y Fabio continuaban de pie delante de la pared sin pensar si sería o no la tercera prueba.
-Yo creo que podría ser la tercera prueba-dijo Fabio-, pero sin saber lo que hay que hacer no podemos hacer nada.
-Igual hay que matar a la pantera-dijo Izaskun.
-Pero si está dibujada-dijo Fabio.
-¿Y qué?-dijo Izaskun-, bien que se matan los dibujos animados.
-Izaskun, me chupas la energía-dijo Fabio.
-¿Qué te chupe el qué?-dijo Izaskun.
-Izaskun por Díos no digas guarradas-dijo Fabio.
-Perdona las guarradas las dices tú-dijo Izaskun.
-Bueno-dijo Fabio-, vamos a dejar esta tontería y a pensar.
Mientras. Sandra y estas continuaban andando por el pasadizo que llevaba hasta la tercera prueba.
Cuando cruzaron una esquina un humo salió y las cinco se desmayaron. El reloj marcaba que quedaban 14 horas cuando Araceli comenzó a despertarse.
Al instante se despertaron las demás, pero Cris no estaba.
-Dios mío-dijo Lola-, la han secuestrado.
-Mirad-dijo Mari Tere-, aquí hay un rastro.
-Muy bien-dijo Lola-, yo voy a ir a buscar a Cris.
-Te acompaño-dijo Mari Tere.
-Muy bien-dijo Lola-, vosotras dos buscad la tercera prueba. Espero que nos volvamos a ver.
Y con esas palabras Mari Tere y Lola comenzaron a seguir el rastro de los secuestradores mientras Sandra y Araceli continuaron el camino.
Mientras, Fabio e Izaskun seguían muy aburridos delante de la tercera prueba.
-Yo me voy a fumar otro cigarro-dijo Izaskun.
-No-dijo Fabio-, estoy ya harto de tanto humo. Trae el mechero.
Fabio e Izaskun comenzaron a intentar salvar el mechero hasta que salió por los aires y cayó dentro del tubo de plata.
-Ala-dijo Izaskun-, ya me he quedado sin mechero. Era recargable.
-Te jodes-dijo Fabio.
Al instante una fuerte racha de fuego salió del tubo y empujó a atrás a Fabio e Izaskun. Los dos vieron desde lejos como el fuego derretía la pared.
El fuego se paró y la pared ya no estaba.
-Ole-dijo Fabio.
-Continuemos-dijo Izaskun.
Los dos entraron en el pasadizo camino de la cuarta prueba.
Mientras, Lola y Mari Tere seguían el rastro del secuestrador hasta que se pararon.
-Es inútil Lola-dijo Mari Tere.
-No-dijo Lola-, tenemos que encontrarles y salvar a Cris.
-Lo veo muy difícil-dijo una voz detrás de ellas.
Lola y Mari Tere se giraron y pudieron ver a uno de los tres hombres encapuchados con Cris, a quién le estaba apuntando con una pistola. Cris estaba amordazada.
-Suéltala-dijo Lola.
-Primero, el reloj-dijo el secuestrador.
-No lo tenemos-dijo Mari Tere.
-Mentira-dijo el secuestrador.
-Es verdad-dijo Lola-, lo tiene otra.
-Mierda-dijo el secuestrador-, me he equivocado.
-Entonces en paz, ¿no?-dijo Lola.
-No-dijo el secuestrador-, antes os mataré a las tres.
Capítulo 8: Huida
-¿Cómo?-dijo Lola.
-Mataros-dijo el secuestrador-, vosotras y vuestros amigos estáis intentando anteponeros a nuestra misión.
-¿Qué misión?-dijo Mari Tere.
-La de controlar el mundo-dijo el secuestrador-, sólo cumplo órdenes de mi jefe. ¿Últimas palabras?
Lola miró a Cris.
-Sí-dijo Lola-, el cristal de la venta.
En ese momento Cris le dio una pata en sus partes al secuestrador y después un puñetazo que le dejó sin sentido.
-Ole-dijo Mari Tere-, ¿qué es eso de cristal de la venta?
-Es un código que tenemos Cris y yo por si alguna vez estábamos en apuros-dijo Lola-, tenemos que seguir.
-Esperad-dijo Cris después de ser liberada-, mirad esto.
Cris cogió un papel que se le había caído al secuestrador al recibir el golpe. Era una nota y ponía: “el poder de lo más energético”.
-Será una tontería-dijo Lola-, tenemos que seguir.
Las tres siguieron el camino que las había traído hasta allí.
Mientras, Araceli y Sandra llegaron a la puerta de la tercera prueba.
-Por aquí ha pasado alguien-dijo Sandra.
-Seguro que han sido Fabio e Izaskun-dijo Araceli-, me alegro de que estén bien.
-No cantes victoria-dijo Sandra-, vamos.
Araceli y Sandra cruzaron la tercera prueba.
Lola, Cris y Mari Tere habían perdido el rastro, ya que se había borrado.
-Genial-dijo Cris-, nos vamos a quedar aquí perdidas.
-Quedan 13 horas-dijo Mari Tere.
-Muchas gracias Mari Tere-dijo Lola-, es un dato que estaba deseando escuchar.
-Creo que es por aquí-dijo Lola-, me suena no haber pasado por allí.
Las tres salieron del pasadizo pero cayeron dentro de un agujero enorme.
Unos minutos después Cris se despertaba.
-¿Estáis bien?-dijo Cris.
-Sí-respondieron Mari Tere y Lola.
-¿Dónde estamos?-dijo Mari Tere.
-No lo sé-dijo Cris-, un momento. Se oyen voces.
Las tres oyeron voces que se acercaban.
-Al parecer la trampa ha funcionado-dijo uno.
Las tres pudieron ver como dos de los tres encapuchados se asomaban a la trampa.
-Muy buena la patada-dijo uno de ellos-, haber si te sirve para salir.
Los dos encapuchados cerraron la trampa. Al instante Mari Tere pegó un grito: el pozo se estaba empezando a llenar de agua.
Mientras, Fabio e Izaskun se encontraron con Araceli y Sandra mientras descansaban.
-¿Dónde están las demás?-dijo Fabio.
-No lo sabemos-dijo Araceli-, Lola y Mari Tere fueron a rescatar a Cris.
-¿Lola está viva?-dijo Izaskun.
-Sí-dijo Araceli-, consiguió sobrevivir.
-Muy bien-dijo Sandra-, tendremos que continuar a la cuarta prueba.
Fabio, Izaskun, Sandra y Araceli continuaron andando cuando el reloj marcó que quedaban 12 horas para el fin del mundo.
Capítulo 9: La cuarta prueba
Sandra, Fabio, Izaskun y Araceli continuaron andando.
-Según la leyenda-dijo Sandra-, la cuarta prueba es la decisión de la mente.
-Ah, muy bien-dijo Izaskun-, yo creo que la pasamos fijo.
-Será que hay que pensar en algo-dijo Araceli.
-Pues si ahí no lo pone vamos listos-dijo Fabio.
Mientras, Cris, Lola y Mari Tere intentaban hacer entre ellas una escalera para llegar a la tapa.
-Es inútil-dijo Cris-, el agua ya nos llega por las rodillas.
-Tiene que haber alguna forma de salir de este pozo-dijo Lola.
-Pues si no lo sabes tú-dijo Cris-, mal andamos.
-Hay que seguir pensando-dijo Mari Tere.
-No creo que nos quede mucho tiempo-dijo Lola.
Fabio, Izaskun, Sandra y Araceli pararon a descansar. Fabio se sentó junto a Sandra.
-¿Cuánto nos queda?-dijo Fabio.
-Tienes reloj-dijo Sandra-, quedan menos de 12 horas.
-¿De verdad crees que tenemos alguna oportunidad?-dijo Fabio.
-Claro que la tenemos-dijo Sandra-, aunque estoy preocupada por Cris y estas.
-Seguro que están bien-dijo Fabio-, y pronto las volveremos a ver.
-Eso espero-dijo Sandra.
Mientras, el agua del pozo les había llegado a la cintura. Gracias a la subida del agua, Lola había alcanzado la tapa pero no podía abrirla.
-No hay manera de abrirla-dijo Lola-, es inútil.
-Creo que hay una manera de abrirla-dijo Cris-, con presión.
-¿Presión de una olla?-dijo Mari Tere.
-No-dijo Cris-, cuando el agua llegue hasta arriba la presión hará que la tapa salga volando.
-¿Y si no lo hace?-dijo Lola-, moriremos ahogadas.
-Es lo único que podemos intentar-dijo Cris-, eso o morir directamente.
-Está bien-dijo Lola-, lo haremos.
Fabio y estas siguieron caminando y llegaron a las puertas de la cuarta prueba. El reloj marcaba que quedaban poco menos de 11 horas.
-Hay que tener una decisión en la mente-dijo Sandra.
-Yo quiero fumar-dijo Izaskun-, maldito Fabio.
-¿Yo por qué?-dijo Fabio.
-Tú me tiraste el mechero al tubo ese-dijo Izaskun.
-Y gracias a eso pasamos la prueba-dijo Fabio.
-Vale-dijo Araceli-, Izaskun tranquilízate.
-Vale-dijo Izaskun.
-Creo que ya lo tengo-dijo Sandra-, creo que sólo dejará pasar a los que utilizarán el reloj para salvar el mundo. Voy a probar.
Sandra colocó su mano sobre la pared y cerró los ojos. Al instante consiguió atravesarla como si no hubiese nada.
-La ostia-dijo Izaskun.
-Voy yo-dijo Araceli.
Araceli hizo lo mismo y consiguió pasar. Izaskun hizo lo mismo y pasó.
-Creo que me toca-dijo Fabio.
Cuando Fabio pasó descubrió cuatro tubos diferentes. Había un escrito en la pared: tres llevarán a la muerte y otro a la salvación. Fabio cerró los ojos y se tiró por el tercero.
Al instante cayó sobre el suelo. Sólo estaba Araceli.
-¿Dónde están Sandra e Izaskun?-dijo Fabio.
-Se habrán metido por otro tubo-dijo Araceli.
-Pero hay que hacer algo Araceli-dijo Fabio-, esos tubos llevaban a la muerte.
-No podemos hacer nada-dijo Araceli-, sólo continuar. Quedan 11 horas.
-No podemos continuar-dijo Fabio-, Sandra tiene todo lo necesario.
-No-dijo Araceli-, lo tengo yo.
Araceli le enseñó a Fabio el reloj y los documentos del abuelo de Sandra.
-Sandra me dijo que lo guardase yo-dijo Araceli.
Fabio y Araceli se levantaron y comenzaron a andar.
Capítulo 10: Un decisión equivocada
Izaskun abrió los ojos. Estaba sobre una charca. Se levantó y miró a su alrededor. No había nadie.
-Mierda-dijo Izaskun-, seguro que me he equivocado de tubo.
-Así es anciana-dijo un alguien.
Izaskun se volvió y al instante una cuerda tiró de ella y la dejó colgada boca a bajo.
Izaskun pudo ver como dos hombres encapuchados se acercaban.
-Veo que sólo dos habéis caído en la trampa-dijo uno de ellos.
-¿Dónde están los demás?-dijo Izaskun.
-Sólo está la chica esa-dijo uno de ellos.
Izaskun pudo ver a Sandra colgada del techo de la misma forma que ella. Izaskun pensó que todo estaba acabado ya que Sandra tenía el reloj y la tuerca.
-¿Dónde está el reloj?-dijo uno de ellos.
Izaskun miró a Sandra.
-Ninguna de las dos lo tiene-dijo uno de ellos-, y tampoco las dos golfas y la anciana.
-¿Dónde están Cris, Lola y Mari Tere?-dijo Sandra gritando.
-Lo más seguro es que muertas-dijo otro riéndose.
Mientras, el agua del pozo había llegado casi a la nariz de Cris, Lola y Mari Tere.
-Recordad-dijo Cris-, sólo hay esta solución. Mucha suerte y coged aire.
Las tres respiraron y el agua las tapó. Pasaron los segundos pero la tapa no se movía. Ya no podían más. Mari Tere se desmayó justo cuando la tapa cedió y se abrió.
Cris y Lola salieron con el cuerpo de Mari Tere. Lola comenzó a hacerle el boca a boca y la despertó.
-Lo hemos conseguido-dijo Lola-, gracias Cris.
-Habrá momento de celebrarlo-dijo Cris-, quedan 10 horas. Tenemos que encontrar a los demás.
Las tres se levantaron y comenzaron a correr.
Mientras, Izaskun y Sandra seguían colgadas del techo.
-Como veo que no me vais a decir quién tiene el reloj-dijo uno de los encapuchados-, tendré que mataros como a vuestras amigas.
-Haz lo que quieras-dijo Izaskun-, moriré habiendo fumado toda mi vida y superando al cáncer.
-Como queráis-dijo uno de ellos mientras se iba con el otro. Al instante las cuerdas cedieron y las dos cayeron. Las puertas se habían cerrado.
-No hay manera de salir-dijo Sandra-, vamos a morir en 10 horas.
-Creo que en menos-dijo Izaskun mientras señalaba una bomba colocada: iba a explotar en 1 hora.
Mientras, Araceli y Fabio pararon a descansar. Estaban tristes y agotados.
-Fabio-dijo Araceli-, ¿crees que nos darán algún premio por salvar el mundo?
-No lo sé-dijo Fabio-, yo me quedaría más tranquilo si la alcaldesa me retirarse la denuncia.
-No me lo recuerdes-dijo Araceli-, cada vez que pienso en la cabeza de la alcaldesa ardiendo se me ponen los pelos de punta.
-Ya-dijo Fabio-, ¿crees que las demás estarán bien?
-No lo sé-dijo Araceli-, sólo espero que sobrevivan.
-Vamos-dijo Fabio-, tenemos que continuar.
Fabio y Araceli continuaron andando sin pensar que Izaskun y Sandra estaban intentando escapar de una bomba.
-No hay manera de salir por otro lado-dijo Sandra.
-Sí-dijo Izaskun-, por allí.
Izaskun señaló una especie de túnel que había en lo alto de la pared.
-Es imposible llegar hasta allí-dijo Sandra-, no lo voy a intentar.
-Tú verás-dijo Izaskun-, pero sólo tenemos 45 minutos para pensarlo.
-De acuerdo-dijo Sandra-, vamos a intentarlo.
Capítulo 11: Un prueba falsa
Cris, Lola y Mari Tere seguían perdidas hasta que llegaron a una pared.
-¿Será una de las pruebas?-dijo Cris.
-No creo-dijo Lola-, no es tan rara.
-Yo creo que deberíamos de intentar pasar-dijo Mari Tere.
-De acuerdo-dijo Cris-, creo que si enganchamos una cuerda a la apertura esa conseguiremos tirar la pared.
-De acuerdo-dijo Lola-, a la de tres tirad. Una, dos ¡tres!
Las tres tiraron y consiguieron tirar la pared.
-Vamos-dijeron las tres mientras pasaban.
Las tres cayeron por una trampa que no habían visto al pasar. Al instante cayeron sobre algo pegajoso.
-¿Dónde estamos?-dijo Lola.
-Ni idea-dijo Cris-, estoy como pegada.
-Yo también-dijo Mari Tere-, no me puedo mover.
De repente se oyó un ruido.
-Un momento-dijo Lola-, creo que algo viene hacia nosotros.
Ninguna de las tres pudo creer lo que estaban viendo: una araña gigante se acercaba a ellas. Estaban pegadas sobre una gran telaraña.
-Dios mío-dijo Cris-, tenemos que salir de aquí.
-¿Cómo?-dijo Lola-, no tenemos nada para cortar la telaraña.
-Lo tengo-dijo Mari Tere-, con el mechero de repuesto de Izaskun.
Mari Tere comenzó a quemar la red y las tres cayeron antes de que la araña las alcanzase. Cayeron sobre un lago. Al instante nadaron hasta la orilla.
-Yo cuento esto-dijo Cris-, y fijo que nadie me cree.
-Vamos a descansar un poco-dijo Lola.
Mientras, sólo quedaban 5 minutos para que la bomba explotase y matase a Sandra e Izaskun. Las dos estaban a punto de alcanzar el túnel.
-Lo tengo-dijo Sandra-, vamos Izaskun.
Las dos entraron en el túnel y comenzaron a correr. Al rato se oyó una fuerte explosión que las empujó.
-Casi nos pilla-dijo Izaskun.
-Ya ves-dijo Sandra-, pero no podemos pararnos. Nos quedan 9 horas.
Izaskun y Sandra continuaron corriendo. Mientras, Fabio y Araceli habían llegado a la puerta de la quinta y última prueba.
-Es aquí-dijo Araceli-, esta es la puerta de la última prueba.
-Lo mejor será que pasemos-dijo Fabio.
-Yo no estaría tan seguro-dijo una voz.
Fabio y Araceli se volvieron. Dos de los tres encapuchados les apuntaban con una pistola.
-El tiempo pronto se acabará-dijo uno de ellos.
Mientras, Cris, Lola y Mari Tere se encontraron con una entrada secreta al camino de la última prueba.
-Espero que alguien de nosotros haya llegado-dijo Cris.
-Espero que todos sigan vivos-dijo Lola.
Las tres entraron por la puerta secreta camino de la quinta y última prueba.
Capítulo 12: La Quinta Prueba
Araceli y Fabio seguían quietos a las puertas de la última puebra mientras los dos encapuchados les apuntaban con pistolas.
-Déme el reloj señora-dijo uno de ellos.
-¿Cómo que señora?-dijo Araceli-, ¿encima me vas a llamar vieja a la cara?
-Silencio-dijo uno de ellos-, o nos dais el reloj u os lo quitaremos después de que hayáis recibido un tiro en la cabeza.
-¿Para qué lo queréis?-dijo Fabio.
-Nosotros no lo queremos-dijo uno de ellos-, es para nuestro jefe. Hay que destruirlo.
-Si lo destruís-dijo Araceli-, se acabará el mundo.
-No-dijo uno de ellos-, nuestra organización sobrevivirá y con ellos los más inteligentes para repoblar el planeta sin chusma como vosotros.
-¿Organización?-dijo Fabio.
-Somos de la organización U.M.I-dijo uno de ellos-, “un mundo inteligente”.
-Pues a mí no me parece muy inteligente dejar que el mundo se destruya-dijo Araceli.
-Es que nadie te ha pedido tu opinión-dijo uno de ellos-, sólo queremos que nos des el reloj por las buenas o por las…
En ese momento los dos cayeron al suelo desmayados. Cris, Lola, y Mari Tere habían aparecido y habían derrotado a los dos enmascarados.
-¡Chicas!-gritó Fabio abrazándolas-, ¡qué alegría de veros!
-Nosotras a vosotros también-dijo Cris-, pero no podemos perder el tiempo. Tenemos que abrir la puerta.
-Según las notas del abuelo de Sandra-dijo Araceli-, para pasar habrá que demostrar amor de verdad.
-¿Amor de verdad?-dijo Cris-, ¿y cómo vamos a conseguir eso?
En ese momento el reloj marcaba que quedaban 8 horas y el suelo se abrió separando a Fabio y Araceli de las otras tres.
Entre medias surgió un río de lava que se agrandaba cada vez más.
-¡Fabio! ¡Araceli!-gritaba Cris-¡salid de ahí!
-No podemos salir-dijo Araceli.
-Pues abrid la puerta-dijo Lola.
-¿Cómo?-dijo Fabio.
-Demostrando amor de verdad-dijo Cris.
En ese momento el río de lava separó demasiado a Fabio y Araceli de las otras tres. Una nube de humo hizo que Lola, Cris y Mari Tere huyeran salvando sus vidas.
-¡No!-gritaba Cris-¡Yo me quedo! ¡Fabio! ¡Araceli!
-Cris tenemos que irnos ya-dijo Lola agarrando a Cris y llevándola casi a rastras.
El río de lava comenzaba a subir a la superficie, a donde estaban Fabio y Araceli. Los dos se miraron atemorizados.
Mientras, Sandra e Izaskun estaban atrapadas en el túnel. Había tres túneles de salida y no sabían cuál coger.
-Yo creo que deberíamos echarlo a suertes-dijo Izaskun.
-No-dijo Sandra-, con estas cosas no se juegan.
-¿Entonces qué hacemos?-dijo Izaskun.
-Tengo que pensar si las notas de mi abuelo mencionaban esto-dijo Sandra.
-¿Ahora te vas a poner a pensar?-dijo Izaskun-, pues voy a empezar a elegir mi tumba.
-Izaskun por Dios-dijo Sandra-, dos cerebros juntos piensan mejor que uno.
-Vale-dijo Izaskun-, ¿por cuál vamos?
-No lo sé-dijo Sandra.
Mientras, Fabio y Araceli estaban pegados a la pared de la quinta prueba intentando huir de la lava que poco a poco estaba llegando a ellos.
-Este es el fin-dijo Araceli-, me voy a morir sin decirle a Enrique que le quiero.
-Tampoco es para tanto-dijo Fabio-, yo me voy a morir sin haberme tirando a un negro.
-Mira que eres…-dijo Araceli.
-Araceli-dijo Fabio-, mírame.
Araceli y Fabio se miraron.
-Yo te tengo un cariño muy especial-dijo Fabio-, hemos compartido muchas cosas.
-Yo también Fabio-dijo Araceli-, no sé que sería la peluquería sin ti.
Fabio cogió una mano de Araceli y acercándose a ella, los dos se fundieron en un solo beso. Al instante la puerta se abrió y los dos cayeron dentro.
Capítulo 13: El último esfuerzo
Fabio y Araceli cayeron sobre un frío suelo que casi parte sus huesos.
-¿Estás bien?-dijo Fabio.
-Sí-dijo Araceli-, quedan 7 horas. Acabemos con esto de una vez por todas.
Fabio y Araceli miraron a su alrededor. Se encontraban en una cueva inmensa. En lo alto había una especial de roca con forma: era el centro del cúbilo.
-Ahí está-dijo Araceli-, vamos.
-No tan deprisa-dijo una voz a sus espaldas.
Los dos se volvieron y vieron a un hombre con una pistola.
-¡Corre Araceli!-dijo Fabio corriendo.
Al instante se oyó un disparo que fue a parar a la pierna de Fabio. Éste cayó de dolor al suelo.
-¡Fabio!-gritó Araceli acercándose a él.
Mientras, la puerta de la quinta prueba se había cerrado y el río de lava seguía. Cris, Lola y Mari Tere se encontraban perdidas sin saber qué hacer.
-Tenemos que encontrar alguna entrada a la quinta prueba-dijo Cris-, tenemos que entrar.
-¿Para qué?-dijo Lola-, no sabemos si Fabio y Araceli han sobrevivido. Si no lo han hecho, el reloj ha sido destruido.
-No puede ser-dijo Cris-, yo confío en que están vivos.
-Yo también Cris-dijo Mari Tere.
Mari Tere y Cris se abrazaron. Una lágrima cayó de los ojos de las tres.
Mientras, Fabio continuaba sangrando de la pierna.
-Dame el reloj y huye para curarle antes de que se acabe el mundo-dijo el señor.
-Jamás-dijo Araceli-, ¿quién eres?
-Me llamo Jay-dijo-, soy el jefe de la U.M.I.
-Pues no te voy a dejar el reloj-dijo Araceli-, antes tendrás que cogerlo de mi bolsillo muerto.
-Será un placer-dijo Jay apuntando a Araceli.
-Quieto-dijo una voz detrás de Jay-, suelta el arma si no quieres quedarte más tieso que nada.
Eran Sandra e Izaskun con una pistola cada una. Había elegido el túnel correcto que llevaba a la cueva.
-Déjalos en paz-dijo Sandra-, yo soy la que buscas. La nieta del cadáver.
-Ya lo sé-dijo Jay-, pero no voy a soltar la pistola. No estamos solos querida.
Jay chasqueó los dedos y arriba aparecieron una docena de encapuchados con armas.
-Así que vamos a acabar bien-dijo Jay-, me dais el reloj y luego os vais a elegir un lugar bonito donde morir.
-Yo moriré intentando salvar el mundo-dijo Sandra-, como hizo mi abuelo.
-Está bien-dijo Jay-, adiós guapa.
Jay apuntó a Sandra pero al disparar no le quedaban balas.
-¡Ahora!-gritó Sandra.
Izaskun le golpeó pero consiguió huir. Una docena de encapuchados comenzaron a dispararles.
Los cuatro se escondieron detrás de una roca. Fabio seguía muy herido.
-Aguanta Fabio-dijo Araceli-, aguanta. Quedan 6 horas.
Mientras, Cris, Lola y Mari Tere encontraron una pared destruida por la lava.
-Vamos por aquí-dijo Mari Tere.
-No-dijo Lola-, igual no es por ahí.
-¿Tiene un plan mejor?-dijo Mari Tere.
Las tres pasaron por el túnel antes de que la lava llegase a ellas.
Mientras, la roca se estaba desintegrando y algunas balas les rozaban.
-No podemos alcanzar el centro del cúbilo-dijo Araceli-, no hay manera.
-Un momento-dijo Sandra-, ¿qué hace arriba Cris?
Los cuatros se quedaron alucinados cuando vieron a Cris, Lola y Mari Tere salir de un túnel cercano al centro del cúbilo.
Capítulo 14: El poder de lo más energético.
Los encapuchados aún no habían visto a Cris y las demás.
-Tengo un plan-dijo Sandra-, voy a ir al centro a tirarle el reloj a Cris. Vosotros distraed a los encapuchados.
-De acuerdo-dijo Araceli-, pero yo voy contigo.
-Ok-dijo Sandra.
Al instante las dos salieron sin que nadie las viese ya que Izaskun estaba quitándose la ropa.
-¡Toma Cris!-gritó Araceli.
Pero Jay lo había cogido al vuelo
-¡No!-dijo Sandra tirándose encima de Jay.
Los dos peleaban por conseguir el reloj. Sandra lo alcanzó y se lo tiró a Cris con un grito: Jay le había clavado una navaja.
-¡Sandra! ¡No!-dijo Araceli.
Jay huyó mientras Cris colocó el reloj con la tuerca perdida en el centro del cúbilo. Al instante la cuenta atrás se paró y desapareció.
Sandra estaba sangrando. Al instante una luz cegó la cueva. Cuando abrieron los ojos se encontraron en la carretera de la peluquería.
-Es increíble-dijo Lola-, los hemos conseguido.
-¡Llamad a una ambulancia ahora mismo!-gritó Araceli.
La ambulancia llegó a tiempo y consiguió salvar a Sandra y a Fabio. Los dos se recuperaron en el hospital y, con el tiempo, volvieron a la peluquería.
Una gran fiesta los recibía como héroes. Araceli se alegró mucho de que Fabio se salvase.
Fabio estaba muy contento ya que la alcaldesa le había retirado la denuncia. Nadie sabía que ellos habían salvado el mundo.
Cris subió a su casa y miró en su pantalón. Aún llevaba la nota que había encontrado de uno de los miembros del U.M.I.: “el poder de lo más energético”.